jueves, 21 de julio de 2011
Una imagen vale más que mil palabras
martes, 19 de julio de 2011
Volaré
lunes, 11 de julio de 2011
Día 30: Regreso y epílogo (parte 1)
Hola a todos. Hace una semana que volvimos a Barcelona y he querido dejar un poco de tiempo para mirar las cosas con un poco de perspectiva. La verdad es que ha sido el mejor viaje de nuestras vidas, el más largo y completo. Nos ha dado la oportunidad de descubrir muchas cosas - olores, sabores, tradiciones, formas de vivir -, tratar con mucha gente interesante, ver el mundo desde otro punto de vista y comprender muchísimas cosas. Hemos - creo que hablo por los dos, pero Belén tendrá la penúltima palabra en este blog, así que me puede desmentir y hasta cagarse en mí si le da la gana - aprendido mucho, a tratar a la gente con más respeto, a disfrutar de la vida un poco más y a relativizar el estrés y los enfados de esta perra pero maravillosa vida occidental que nos ha tocado vivir.
La vuelta, eso sí, fue una tortura total. El último día en Hanoi estuvo bastante bien. Nos levantamos tarde, apuramos la salida del hotel, comimos relejada y aceptablemente en un lugar llamado Green Mango que no es ni de lejos la mejor oferta culinaria de la ciudad, compramos una serie de souvenirs y nos atosigó un vendedor ambulante que, al ver que no consiguió vendernos nada, nos insultó llamándome gordo de forma elegante.
Él: (tocándome la barriga) Happy Buda, Happy Buda.
Javi: (sonriendo complaciente) Cabrón de mierda, cabrón de mierda.
A petición - acertada, creo - mía subimos a un café que había en una quinta planta cerca de una rotonda para tomar un café y ver el tráfico desde arriba. Hicimos algunos vídeos y aunque sabemos que insistimos mucho con el tema del tráfico de Hanoi, no estaría de más que viéseis este vídeo. Además, qué cojones, mi humilde intervención en este blog se está acabando por momentos. Menos criticar y más sugerir cómo podemos dar continuidad a este blog, joder. A mí no se me ocurre cómo pero ustedes, amables lectores, gente intelectual y con sesera, seguro que encuentran la manera.
Para matar el tiempo nos dimos un masaje de tres horas anti jetlag antes de salir. No diría que ha funcionado al 100% pero sí que es verdad que, al menos, un servidor no ha ido tan jodido como otras veces. La verdad es que estuvo bastante, bastante bien, y es que el spa del hotel - que se llama La Siesta, tal cual - está bien considerado por ahí. El vuelo largo fue bastante bien - mismos dibujos animados soviéticos, misma pastilla para dormir, misma comida. Eso sí, me desperté y vi a Belén fuera de sí unos asientos más para allá - el vuelo no iba lleno y nos separamos para tener más espacio.
Belén: HOOOOLAAA!!! BUENOS DIIIIIAAAS! B-U-E-N-O-S D-Í-A-S, HIJAS DE PUTA!!!
Después Belén me contó que dos tías le habían dado la tabarra todo el camino, hablando, comiendo y tocándole el pie para despertarla, la muy hijas de la grandísima chingada, así que se la estaba devolviendo. Suerte que no tenía una cacerola a mano, si no, nos echan del puto avión con un paracaídas - o sin él. Llegamos con una hora de adelanto, con lo cual el tránsito en el aeropuerto de Varsovia pasaba a ser de seis horas. Una amable policía polaca con más bigote que Lech Walesa me obligó a embarcar mi maleta de mano porque llevaba una botella de whisky, la cual guardo para mi 40 cumpleaños - cuando me pasaré a la bebida de John Wayne y empezaré a fumar puros. La amable damisela tuvo los mismos modales que el forro de mis cojones, pero como íbamos sobrados de tiempo tampoco era plan de montar un numerito.
El único vuelo retrasado fue el nuestro, con sus muertos. Al final estuvimos ocho horas y media en el puto aeropuerto de Varsovia. Me encontré gente conocida porque el EuroBasket femenino había acabado el día anterior en Polonia. Tiene cojones encontrarme a amigos de Sevilla en el aeropuerto de Varsovia, pero es lo que pasó. Tras desayunar cuatro veces o así, aguantando el sueño como buenamente pudimos, llegamos a casa a cosa de las 16:30. La Aventura Asiática había llegado a su fin.
Hemos ido en barco, avión - muchos aviones -, coche, autobús, tuk-tuk, hemos visto siete países, conocido muchas formas de vivir. Hemos tenido dos pequeños accidentes, regateado como titanes, reído como no lo hemos hecho en la vida. Hemos subido edificios altos, visto parajes inmensos, asistido a asombrosos juegos de luces - oh, Hong Kong. Hemos visto el modo de vida de la gente en Bali, verdaderos supervivientes perfectamente organizados. Nos hemos sentido bien tratados, seguros, y creo que hemos aprendido la lección para hacer lo mismo con los turistas que vengan por aquí. Hemos viajado con compañías aéreas extrañas y exquisitas, andado por descampados, sido promocionados a primera clase, visitado algún submundo sexual y una cárcel vietnamita, entre otras mil cosas que habéis visto con nosotros. Nos hemos enamorado de muchos sitios y lo más importante, un poquito más el uno del otro.
Y lo más importante, lo hemos compartido - sin presumir de nada, solo por haceros pasar un buen rato - con todos vosotros.
Queda abierto el concurso, el cual se resolverá en la próxima entrega. Recuerden, el premio es bueno y solo tendrán que hacer una pregunta del viaje, lo que quieran, que para eso estamos. Por mi parte, y de momento, esto ha sido todo. Veremos cómo evoluciona el tema, pero ha sido un verdadero placer.
sábado, 2 de julio de 2011
Día 29: Taxistas piruleros y museos fraudulentos
Hola a todos. Por ser el penúltimo día aquí en Hanoi - nos vamos a las 23:30 de mañana - hemos decidido tomárnoslo con calma por tres razones principales: uno, ha llovido, ha hecho mucho calor y no nos apetecía sufrir. Dos, hay poco que ver en Hanoi y nos estamos dosificando - en el día de hoy, en exceso. Y tres, cada vez que salimos nos pasa algo desagradable ya sea con los taxistas o el tráfico. Vietnam está lleno de buena gente pero coño, el día de hoy ha sido un poco raro y de hecho hemos cancelado los planes de la noche porque ya habíamos tenido bastante con todo lo que nos ha pasado.
Tras pasar la mañana en el hotel y comer en un sitio aquí al lado donde hacen unos sandwiches cojonudos, hemos decidido coger un taxi para ver el museo de historia de Vietnam, a priori un plan bastante bueno. En el hotel nos han buscado un taxi que ha intentado engañarnos miserablemente. Nos ha llevado al sitio, es cierto, pero ha pasado por delante y ha empezado a darnos un pirulo de padre y muy señor mío, el muy hijo de puta. Tras cinco minutos dando vueltas porque al tío le ha salido de los huevos, hemos visto otra vez el museo medio kilómetro detrás nuestra y el taxi yendo en sentido contrario. Hemos ido a explicarle - en perfecto castellano - que cómo podía ser tan hijo de la gran puta y ha parado el coche, haciendo que el de detrás - que venía a dos por hora, gracias a Dios - nos embista. Accidente.
El tío, que llevaba un Lexus de puta madre, ha hecho parar al puto taxista allí mismo y se han puesto a discutir. Belén ha perdido un poco los nervios y ha insultado al taxista diciéndole de todo. Hemos decidido con la valentía que nos caracteriza pagarle la carrera a ese cabrón - un euro, más o menos - y largarnos al museo andando ahora que lo teníamos localizado. De camino al museo hemos visto un accidente más serio. Tres personas en una moto - madre y dos hijos - rodando por los suelos tras una colisión bastante grande. Nos ha puesto los pelos de punta.
Al llegar nos hemos equivocado de museo y nos hemos metido en el de la revolución. Un poco más de lo mismo con la cárcel de ayer - qué cabrones son todos los que han extorsionado al pueblo vietnamita durante las últimas décadas y qué buenos son los padres vietnamitas, que nos llevan de excursión, tralarí, duduá. Ventajas - era gratis y hemos descubierto en nuestra infinita ignorancia que la Conchinchina no solo existe, además es una parte de Vietnam del Sur. Inconvenientes, que el museo era una mierda y se veía en 10 minutos.
Al salir del museo y tras una parada larga en un bar bastante agradable nos metimos en un minúsculo taxi camino al hotel. Tuvimos la precaución de andar un poco para que el trayecto al hotel fuese una calle hacia abajo - larga, pero solo una - sin posibilidad de desvíos, cruces ni hostias. Pues bien, el colega ha tirado por el camino más largo posible, callejeando como un cabrón, dando más vueltas que un hijo puta - probablemente él mismo valdría - buscando la partida de nacimiento y pasando entre motos, bicis, personas, tiendas y yo qué sé más. Hemos grabado la llegada al hotel, los últimos dos minutos, que son más o menos representativos de lo que ha sido la carrera.
Lo peor es que Belén ha ido a darle un billete de 50,000 bonifacios para pagar la carrera, el tío lo ha escondido, ha dado el cambiazo con uno de 10,000 y reclamaba la diferencia. En ese momento los dos nos hemos puesto a insultarle en varios idiomas pero cuando nos hemos ido del taxi se ha quedado tan tranquilo. Ojalá se asfixie comiéndose sus propios huevos.
Total, que pese a que la gente es guay, la bahía de Ha Long un sitio interesante, el hotel es impresionante - con un personal de primera - y Hanoi es un sitio muy curioso en el que pasar unos días, la experiencia en Vietnam no está siendo muy buena. Extraordinaria sí que lo está siendo por las cosas que nos pasan, pero muy buena no.
Mañana, si tenemos ánimos, iremos a ver el mausoleo de Ho Chi Mihn, se ve que el hombre está allí embalsamado al más puro estilo Lenin. Y si no tenemos ánimos, pues haremos tiempo hasta irnos. No sabemos si volveremos a escribir antes de coger el avión, así que por si acaso, llegaremos a Barcelona a eso de las 14:30 del lunes. Recuerden que el concurso sigue abierto y ahora que esto se acaba, es el momento de preguntar cosas. Y esperamos que vayan más allá de si nos peemos, la solidez de nuestras heces o si follamos aquí o allá. Un premio bastante chulo y nada barato espera al ganador del concurso. De hecho, aquí va la primera respuesta - Cuqui, la madre de Belén, pregunta si echamos más de menos nuestra cama, nuestro bate o una buena tortilla de patatas. Belén se inclina por esta última opción pero en mi caso, la cama aquí en Hanoi tiene una especie de bulto que me da en todo el puto lomo y no puedo dormir bien...
viernes, 1 de julio de 2011
Día 28: Títeres, prisiones y tráfico en Hanoi
Hola, qué tal. Penúltimo día de la aventura. Hanoi es un horno, aunque menos que la primera vez. Eso sí, el tráfico sigue siendo el punto fuerte en cuanto al atractivo de la ciudad. Coches, motos, bicis y viadantes en todas las putas direcciones, aparecen por todas partes, por sorpresa, a traición. Creíamos que nuestro vídeo inicial en Hanoi - el primero que hicimos, cruzando la calle - era insuperable. Estábamos equivocados. Miren y asómbrense.
Periodismo de investigación, jugándonos el jodido pellejo por nuestra fiel y algo desagradecida audiencia. Oigan, lo del concurso es en serio. Tuve que ir a un mercadillo, lloviendo a mares, llevar a Belén para que regateara como una cabrona y gastarme los cuartos para tener un buen premio para regalaros porque estamos agradecidos por el seguimiento - casi 3,000 visitas sin publicidad, es acojonante - pero coño, parece que no lo queréis. Quizás es porque no decimos lo que es. Fíense de nosotros.
Al turrón, pues. Hoy hemos estado en una carcel vietnamita. Suena chungo, pero es como Alcatraz, o sea, que ya no hay presos y tal. La prisión de Hoa Lo la hicieron los franceses en la época del colonialismo y la utilizaron para enchironar, torturar, hacinar y matar a prisioneros políticos vietnamitas. Una vez conquistado el país, los vietnamitas la usaron con los presos americanos. La explicación oficial es que lejos del horror anterior, los americanos recibían cartas de los familiares, jugaban al basket y al voleibol, incluso al ajedrez, y eran más felices que en América. Pondrían fotos de chicas locales chupándoles el miembro si no fuese impúdico. O sea, quién se cree semejante mierda. Los franceses torturaron a los locales, está claro, pero esta cárcel, con celdas a 50 grados y presos apilados en ella, no fue un camino de rosas para los yankis, seguro. Y una mierda, no me creo nada, como si los americanos fuesen los ídolos locales cuando los estaban matando a puñados ahí fuera. Pese a todo, la visita a la prisión pone los pelos de punta. Hemos hecho un vídeo.
Tras una larga pausa en el hotel, hemos pasado una buena noche fuera, esquivando la muerte varias veces por el puto tráfico, eso sí. Hemos ido al más famoso espectáculo local, un show de marionetas acuáticas que tiene origen en el siglo 11 acompañado por una banda de músicos locales. Ha valido cada dong que hemos pagado (100000, poco menos de 4 EUR) y nos ha gustado mucho. Son varios actos, explicados en vietnamita, con lo cual no nos hemos enterado de la misa la mitad, pero ha merecido mucho la pena. Hemos grabado un trozo que como casi siempre, no demuestra casi nada de lo que he sido el show - pero al menos da una idea orientativa.
Hemos ido a comer a un sitio que nos recomendó un australiano solitario ayer pero estaba chapado, así que hemos entrado en el local de al lado. Había más australianos comiendo, son mi tribu favorita - amables, simpáticos, interesados por lo que haces y siempre buscando hacer una coña. Si no estuvieran tan a tomar por culo iría cada año, son geniales. Después hemos llegado a un mercado nocturno donde básicamente vendían mierdas, imitaciones y más mierda durante más o menos dos kilómetros. Eso sí, al final del todo Belén ha encontrado una cosa que andaba buscando - y como es para su madre, no puedo deciros lo que es. Ha regateado hasta el último céntimo, literalmente. Su vuelta a España va a ser jodida, estoy seguro.
- Deme una barra de pan, amable dependiente.
- Aquí tiene, señora, es un euro.
- Y una mierda un euro, pero qué pasa, está hecho de oro el pan? Como mucho te doy 60 céntimos y vas que te matas.
- Oiga, la barra vale un euro.
- Vale, vale... Hmm... ¿Y si compro dos me lo dejas por euro y medio?
Hablando de Belén, anda por aquí, así que os dejo con ella. Ah, por cierto, hoy me he tomado un café con dos cojones. Vaso sucio, hielo sacado de un cubo, café almacenado en una botella de plástico y leche condensada local, espero que de procedencia no humana. Me lo he bebido. Mañana os cuento si ha tenido consecuencias funestas para mi organismo. Aquí Lady Regateo lo ha grabado todo...
Anexo by Belén:
Buenas!!
Es cierto que voy a llevar fatal lo de no poder regatear, me pone toa loca el mercadeo este y no se me da nada mal.
Hoy ha sido un día fantástico, hemos descansado mucho esta mañana y hemos aprovechado muy bien el día entre la prisión vietnamita, marionetas y mercados nocturnos.
La comida vietnamita es deliciosa y convinan infinidad de alimentos y salsas con un resultado francamente sorprendente.
Mi índice de popularidad está altisimo y me está encantando esto de ser famosa. Hace un rato he ido a comprar agua y la octogenaria vendedora se me ha quedado mirando flipada y me ha hecho el gesto de "eres muy grande", a lo que yo, con gestos, le he respondido y tu "muy pequeña", nos hemos descojonado de risa las dos y ha sido un gran momento. Los niños y las mujeres son mi público y los que más se sorprenden al verme. Ellas son muuuuy pequeñitas y flipan viendo a una tiparraca tan grande como yo, pero solo recibo sonrisas y trato amable. Ya los voy entendiendo un poquito más y son personas cordiales.
Mañana más mercadeo, museo de historia, enviar postalitas y el mausoleo de Ho Chi Min.
En 2 días estamos de vuelta y ya echo de menos estas vacaciones.
P.D.: Cuquita, en julio vamos a Palma ;)
PD2: Comenten, pregunten, hablen de ello, que esto se acaba... Y algo muy chulo en juego.
jueves, 30 de junio de 2011
Día 27: De nuevo, locura en Hanoi!
Buenas a todos desde Hanoi (de nuevo!!). Hoy hemos dejado atrás Hong Kong, ciudad que uno no puede dejar de visitar por lo menos una vez en su vida. Todo en Hong Kong es a lo grande y me llevo un grato recuerdo de todo ese amasijo de cemento y lucecitas.
Volvemos a tierras vietnamitas y vuelve a subir mi popularidad (me tienen frita estos cabrones), pero, como estoy en actitud muy zen y paso de todo el mundo dejo que me miren sin agobiarme, que solo me quedan 3 días de vacaciones y no pienso estresarme a estas alturas.
Estos días pensamos aprovechar mucho la ciudad, ya que nos dejamos muchas cosas por ver y promete ser una guinda fenomenal de este super viaje al que, sin duda alguna, voy a recordar durante mucho tiempo.
Hemos estado cenando en un cuchitril vietnamita en el que pasean las cucarachas por las paredes, pero la comida esta deliciosa. Ahora toca duchita y descansar que tengo los riñones molidos.
Os dejo con el jefe que tiene más rollo que la menda lerenda.
Ah!! No dejeis de hacernos preguntar para optar al premio que es MUY, MUY BUENO (en serio!!!).
P.D.: Bona nit Cuquita, bona nit a tothom!!!
(Anexo by Javi)
Hola, chochos todos. Estamos en Hanoi, última parada de este tour de force que nos hemos montado este verano. El tráfico es la hostia, algo increíble, una vez más no se puede explicar con palabras. Cruzar la calle invita al suicidio y todo el mundo va desatado, haciendo sonar el klaxon y conduciendo más agresivo que Pocholo cinco minutos después de que le robaran la mochila. Sirvan este par de vídeos como ejemplo.
Ha sido un día un poco insulso - llegamos al aeropuerto con las maletas ya facturadas y sin gastar un duro con la tarjeta magnífica del Airport Express. Estuvimos un tiempo exagerado en el aeropuerto a sabiendas que es el mejor del mundo, con tiendas increíbles y muchísimo que ver. La sociedad consumista está tocando techo y la obsesión de los asiáticos con las marcas caras europeas no tiene fin, como una meada desde el Everest - rozando el infinito. Sin embargo, el único vídeo que hemos hecho es que este invento, el Funky Loo. Míralo, deséalo, no puedes vivir sin uno. Y no - no lo hemos comprado. Damn.
Hemos volado con Vietnam Airlines, hemos tardado una hora en recoger las maletas, descendiendo directamente desde el primerísimo al cuarto mundo en menos de dos horas, y nos ha llevado más de una hora llegar desde el aeropuerto al hotel - 30 kilómetros, 70 minutos, por el puto tráfico loco de los cojones. Hay que verlo para creerlo. Hemos cenado en nuestro cuchitril favorito, nos hemos pedido un cóctel a ciegas y este es el resultado.
Mañana sí será un día más interesante - mercado diurno, espectáculo de marionetas acuáticas y visita a una prisión vietnamita. Los soldados americanos, que son unos cabrones muy graciosos, lo llamaban el Hilton Hanoi, se ve que es cinco niveles por debajo de inhumano. Ya os contaremos....
PD: Si la única que pregunta que tenemos en 24 horas es si hemos tenido o no diarrea severa es que la cosa va mal. Coño, preguntad algo, que hay un regalo en juego. Estimados amigos, querido público, amigos, simpatizantes, anexionados... no seais gilipollas.
PDD: Habéis visto la foto de portada? Eso es un lost in translation y lo demás son coñas marineras.
miércoles, 29 de junio de 2011
Día 26: última noche en Hong Kong... de momento
- Javi, no tendrías que haber dejado entrar al puto Antoñito.
- Joder, qué quieres que haga, tiene derecho a bajar, mira la cara que tiene Antoñito hoy.
- Tiene cara de sueño, sí, pero qué cojones, que no baje con nosotros.
- Coño, Belén, ¿qué te ha hecho Antoñito hoy? ¿No ves lo bien que se porta, que no dice ni mu el pobre?
Hoy ha llegado al surrealismo el tema - a Belén directamente la entienden cuando habla en español. Hablando con el conserje la cosa ha sido así.
- Good morning madam, how can I help you?
- Yes, DARME UN MAPA!
- (sacando un mapa) Here you are, madam.
- Muchas gracias, shulo!
Cuento todo esto porque por la mañana no hemos hecho nada interesante más que vacilar a la gente, dar vueltas y empaparnos hasta las trancas porque ha llovido hasta decir basta, o más bien, basta ya de una puta vez, que estamos aquí tres días, cojones. A la hora de comer hemos visto las escaleras mecánicas más largas del mundo, 800 metros tiene la jodía. A los 300 metros hemos visto un burger deluxe con ingredientes sanos y carne de primera y le han dado por culo a tanta escalera y tanta tontería. Por la tarde hemos ido a ver mercados, comprando alguna cosa que otra y mirando mucho.
Lo mejor del día, sin duda alguna, ha sido subirnos en el Star Ferry justo cuando empezaba la Sinfonía de Luces. El Star Ferry es un barquito famosísimo que cruza de Hong Kong a Kowloon, o al revés, por la módica cantidad de 25 céntimos de euro - unos ocho duros al cambio. Llegar al puerto es un puto coñazo porque hay que andar 20 minutos hasta llí pero ha merecido la pena. Ver todos los edificios iluminados mientras surcas el mar - es un trayecto de 13-15 minutos, más o menos - es sencillamente mágico, especial. Está totalmente recomendado. Aquí van un par de vídeos que - otra vez - no le hacen justicia al espectáculo que hay. Hong Kong es parada obligada si se viene por aquí, sin duda alguna. Es una ciudad especial.
Después hemos ido al hotel Intercontinental porque en su lobby hay una vista muy especial de Hong Kong. Desde que empezamos a planear el viaje era uno de mis sueños, fácil de hacer realidad - el de que me regalen 1000 dólares de Hong Kong por la calle aún está por ver aunque espero candidatos. Me han atracado, 30 Euros por unos nachos de mierda y dos cócteles mal hechos de verdad, pero era el precio para sentarse allí y disfrutar y qué coño, no me arrepiento. Soy un turista ejemplar, me sacan 30 Euros por tres mamarrachadas y me voy de allí contento con la vista y con un grupo que estaba cantando superbien. Ole mis santos cojones, qué le voy a hacer. Hemos acabado la noche en Peking House. Igual que ayer, exquisito, a un nivel que hace se te salga la tapa de los sesos de lo bueno que está, pero menos cantidad. Sería un pato más pequeño o bien se han puesto cabrones con nosotros. Voten por la segunda opción.
Hablando de votar... Vamos a abrir un concurso. Fuck yeah! No desvelaremos de qué se trata porque es un buen regalo válido para todo el mundo y seguro que se presentan todo tipo de advenedizos, aprovechados y demás chusma que ni ha visto el blog ni tiene intención de verlo. Tenéis que hacernos una pregunta sobre el viaje - cualquier cosa que queráis saber, como si fuese una entrevista - en los comentarios del blog o en el Facebook de uno de los dos. Cuando volvamos a Barcelona cogeremos las mejores preguntas, haremos un vídeo con las respuestas de cada uno y anunciaremos el ganador. Solo es válido para gente en España, porque joder, el regalo pesa lo suyo y mandarlo fuera de España es un coñazo total, además de demasiado caro. Tenéis de plazo hasta el 3 de Julio, que es cuando nos vamos! Ahora sí que vais a comentar y a molestaros por ver cómo se hace, ¿eh cabrones? :)
Nos vamos a Hanoi mañana. Llegamos a las 15:30 y estaremos allí los tres próximos días. Nos parece excesivo, pero ya encontraremos qué hacer. Recuerden, Belén es casi una atracción de feria por allí, así que aprovecharemos su tirón mediático para echarnos una risas. ¡Nos vemos!
martes, 28 de junio de 2011
Día 25: Lluvia, halcones, luces y pato en HK
Hola a todos desde Hong Kong, donde hemos tenido un día bastante completo. Hemos andado como jabatos, comido como leones - unas veces con más éxito que otras -, nos hemos perdido unas 30 veces y hemos disfrutado de esta singular ciudad que tiene mucho que ofrecer. Ha caído el puto diluvio universal por la mañana, especialmente a la hora de comer, que el tema ha sido totalmente torrencial, indiscriminado y cabrón. ¿Que cuánto llovía? Este vídeo esta hecho poco antes de que lloviese el doble, para que se hagan una idea. Los mamones que estaban allí de manifestación o pasando el rato se han tenido que ahogar, por lo menos.
Antes de todo eso y en un momento que no llovía - timing perfecto por una vez - subimos a The Peak, el punto más alto de la ciudad, donde han construído un centro comercial con una terraza donde se ve todo Hong Kong. Las vistas son impresionantes y hemos aprovechado para comprar unas cuantas mamonadas - imanes de nevera, llaveros y demás carajotadas. Nos han hecho subir dos veces porque la tía que tenía que comprobar el ticket se ha hecho el chichi un lío y creía que no habíamos pagado. Por el camino, entre escaleras mecánicas, había un sitio que vendían coches eléctricos que subían por las paredes, guitarras eléctricas con televisión y demás cosas increíbles. Las vistas hablan por sí mismas, y eso que estaba nublado! Hemos visto hasta cuatro halcones dando vueltas por ahí. No había visto ninguno en mi vida - suponiendo que fuesen halcones, creo, que yo qué coño sé de pájaros...
Justo después nos ha caído la mundial, como si hubieran abierto grifos en el cielo. Como nos ha pasado muchas veces en este viaje - y camino del restaurante - hemos parado en un centro comercial que ha resultado ser el más lujoso de la ciudad. Gente haciendo cola en Chanel y Cartier, pasta por todas partes y nosotros entrando al servicio en plan indigente para quitarnos los calcetines, que estaban empapados. No hemos llegado a comer pato, pero había un restaurante local en el piso de arriba que ha resultado ser un descubrimiento. Aquí se estila mucho el dim sum, muchos pequeños platos que se comparten, y hemos pedido un mix de cosas. La mayoría estaba bueno, pero no he tenido cojones de comerme el último. Belén sí lo ha probado, era una especie de gelatina rellena de garbanzos que servían de... ¡¡¡postreeeeee!!! Vean, vean, es uno de los mejores vídeos del viaje.
Hemos vuelto - tras media hora de caminata subterránea por Hong Kong para no mojarnos - para cambiarnos, porque nuestros pies olían como los de los dos tíos de ayer, el señor Roque y Mr. Fort, qué hijos de la gran puta, enemigos íntimos del jabón. No hemos tardado en volver a salir para ver la Sinfonía de Luces, un espectáculo diario en Hong Kong que dura más o menos 20 minutos. Ponen una música y los edificios de Hong Kong ya iluminados coordinan sus luces con el sonido. El resultado es espectacular. No creo que este vídeo haga justicia a lo que hemos visto. Todo el mundo debería ver esto una vez en la vida. Mañana volvemos.
Hemos vuelto - con reserva hecha - para comer el puto Pato Pekín. Llevamos todo el viaje queriendo zampar pato Pekín, hice una guía de dónde encontrarlo en cada ciudad pero por H o por B o hemos pasado o hemos comido muchas veces fatal - había perdido 11 kilos y ahora he ganado 5 desde la Final Four, pero que me quiten lo bailao, qué cojones, será un verano largo en ese sentido. Hemos ido a un sitio llamado Peking Garden, en el 3 de Salisbury Road. Doy la dirección porque el sitio es ESPECTACULAR y el pato estaba EXQUISITO. En dos palabras - volvemos mañana. Haría llorar a Bruce Lee si estuviese vivo.
Mañana el plan es similar al de hoy y depende un poco del tiempo. Visitar mercados locales - hemos visto algún chollo interesante -, subirnos en el muy famoso Star Ferry para surcar la bahía como en la canción de los Cantores de Híspalis - no la escuchen, es para pegarse un tiro - y rehacer la maleta por enésima vez. Pasa que esta vez tendremos 20 kilos de equipaje y o nos pasan la mano un poco o nos van a meter un clavo que nos va a limitar mucho en Hanoi.
Pero esa es otra historia que os contaremos mañana.
lunes, 27 de junio de 2011
Días 23-24: De Phuket a Hong Kong
Hola a todos desde Hong Kong, penúltima etapa de la aventura y una de las grandes urbes del sudeste asiático. De momento la ciudad nos ha tratado de forma agridulce. La parte dulce es que hemos tenido a bien comprar una estupenda tarjeta de turista que nos lleva y nos trae del aeropuerto al hotel - con un tren tipo AVE que enlaza con autobuses que llevan a los principales hoteles - por 27 EUR cada uno. Triunfazo al estilo Pecos en los 80s. Pasa que el hotel está dentro de un centro comercial y hemos llegado como a las 10 y pico - hemos tenido problemas para comer y acabamos en un McDonald's 24 horas con dos chinos mirándonos fijamente con cara de retrasados mentales. A mí no me importa que me miren, pero fijamente y sin parar es para coger al sujeto, sea de la raza que sea, y por lo menos devolverle la mirada de forma amenazante. Hasta que Belén les ha dicho "eh, qué pasa" - en español - no nos han dejado en paz.
También es agridulce que no había la habitación que queríamos en el hotel pero han encontrado una solución de compromiso. Nos han subido de nivel, tenemos unas vistas impresionantes de Hong Kong y una executive room supergrande y cómoda. El problema es que tienen dos camas separadas - las hemos juntado, pero no es lo mismo, claro. El tren que enlaza el aeropuerto con la ciudad sigue siendo puntero, el número 1 del mundo. Es como el AVE pero con más tecnología y televisión en directo.
Ayer fue un día muy tranquilo en Phuket, más o menos como preveíamos - playa, piscina y olas. Pasa que una ola me medio revolcó - lo que tiene bañarse con bandera roja haciendo el gilipollas - y decidí ir a hacerme un masaje. Una hora, 9 EUR, espalda y cuello, que es donde me dolía. Cojonudo. Pasa que la masajista había sido boxeadora en sus años mozos y decidió darme una somanta de palos mientras se descojonaba hablando con la jefa del negocio. En mi limitado entendimiento del tailandés, entendí estas cinco frases:
- Este cabrón tiene más nudos que el barco de Jack Sparrow.
- Porque no me ha pagado por adelantado, si no lo descoyunto aquí mismo.
- Si viniese tres veces iba a tener la misma espina dorsal que un ameba, el ioputa.
- Puestos a venir un español, ya podría venir uno del tamaño de Torrebruno y no este gorila mamón.
- Estando aquí su mujer, este no tiene cojones de pedirme final feliz.
Cenamos bastante bien en un italiano que nos seguían con la coña de la luna de miel. Íbamos a volver andando por la playa pero estaba llena de cangrejos por la noche y valientemente volvimos a la carretera para andar los 400 metros que había. Tras una mañana tranquila en el hotel, quedamos con nuestro conductor pirata de adopción, Song. El tipo no dijo una puta palabra en 71 minutos de viaje hasta el aeropuerto de Phuket. Pero ni Pamplona - lo cual, dicho sea de paso, habría sido verdaderamente sorprendente. Una pequeña cosa que nos ha sorprendido mucho de Tailandia es que el paquete de Mentos vale 10 Bahts, o sea, el equivalente a unos 22 céntimos de EUR. Hemos pensado que igual los sacan del mismo sitio que el café carísimo que hay en Bali - del culo de algún animal...
El vuelo de Phuket a Hong Kong ha sido bastante pintoresco. Tanto a Belén como a mí nos han dado largos ataques de risa. El mío ha sido por una situación dantesca al principio del vuelo, porque se han sentado detrás nuestra dos tíos que les olían los pies como un camión de camellos afganos. Justo al lado tenía una tía que se acababa de hacer la manicura y estaba con los 10 dedos estirados pero a la vez intentando hacer cosas. A la vez, Belén estaba escuchando Las Grecas con gran ilusión. Me ha dado la risa por lo grotesco de la situación global - vuelo de Tailandia a Hong Kong, Las Grecas, una tía con las manos estiradas como si fuese Vampirella y dos tíos que parecían que habían tenido los pies metidos en el culo de un elefante con disentería.
Mañana subimos a lo alto de la ciudad a verla desde arriba - obviamente, qué gilipollez de frase, hace falta tener moral para escribir semejante soplapollez - y estaremos en el festival de luces de las 8 de la tarde. Es una ciudad para perderse y divertirse, y es lo que vamos a hacer, al 100%.
sábado, 25 de junio de 2011
Día 22: Phi Phi Islands, franceses y outlets
Hoy nos hemos pegado un madrugon de la hostia, nos hemos despertado ni más ni menos que a las 6 de la mañana y Javi y yo solo podíamos decir: NO PUEDOOO, pero el madrugón ha merecido la pena, primero por el peazo de buffet desayuno de nuestro hotel, al que le doy un 10 y nos hemos puesto coquis y segundo, porque nos han venido a buscar para ir de excursión a las Ko Phi Phi island, que son unas islas paradisíacas en donde se rodó la peli de "La playa" con el Di Caprio.
El viaje en barco ha sido curioso, ya que occidentales, como mucho, eramos 10, incluyendo a una familia gala que no paraba de gritar y de cagarse en todo lo que se menea. El Gabacho padre viajaba con su mujer y sus tres bebés, ya que ninguno de sus hijitos superaba los 3 años y el tío andaba más cabreado que los de intereconomía con el Wyoming... Pretendía que le pusieran sillitas especiales a los niños, cuando aqui van una familia de 4 en una moto y el bebe colgando (palabra!). Que le jodan al francesito!
La primera parada la hemos hecho en frente de las Monkey Island y nos hemos lanzado al agua para hacer buceo, pero sin bombona, solo como la mascara y ha sido genial. Había miles de peces descarados nadando alrededor de nosotros y, como llevábamos pan, he tirado un cacho cerca de donde estaba Javi y se han vuelto locos. Menos mal que no eran esos malditos peces come-callos, que si no, nos devoran.
Luego hemos comido en las Phi Phi un buffet turista junto nuestros amigos asiáticos. Son muuuuy distintos unos de otros. Los japos viajan en rebaño como las ovejas y no se relacionan. Los chinos también van en grupo, pero estan mucho peor organizados. Los hindús son lo puto peor, super maleducados (gilipollas el último es su lema). Los indonesios/malayos son muy agradables y el resto pasa a un saco denominado chinorri sin denominación de origen y tampoco molestan demasiado.
Si algo estoy aprendiendo en este viaje es a diferenciar las razas asiáticas y que el CHOTOFU (comida taiwanesa) huele mucho peor que el CHOTUNO (chiste facil :P)
A la vuelta de la excursión en barco, en el que Javi se ha portado como un campeón y no ha vomitado ni una mijita, nos hemos pasado por un outlet de ropa de marca a petición del Sr. Gancedo (todos recordamos el episodio "Un ruso ochentero en un outlet de Las Vegas") y bueno, mas de lo mismo, tiendas de marcas con hiper descuentos.
Hoy nos hemos hecho con otro taxista pirata que nos lleva y nos trae, pero ninguno supera a nuestro Madé Carradine.
Mañana toca playita, piscina y panching, que mi cuerpo necesita urgentemente posición horizontal.
P.D.: A tí te hubiese encantado la excursión de hoy Cuquita ;)
(anexo: cinco puntos corrosivos de Javi)
1.- Dios debería haber hecho el mundo en tres semanas por lo menos. Al hacerlo en seis días cometió una serie de imperfecciones que se resumen básicamente en tres - la alergia, el cáncer y cierto tipo de franceses. No digo que todos sean así, pero hoy nos ha tocado uno de esos - maleducado, hablando a la gente a gritos, estúpido, ignorante y desagradable. Este tipo de franceses no escarmentarían ni aunque le metan la torre Eiffel por el culo, y es una pena, porque Francia es un pedazo de país.
2.- Desde que estamos en Tailandia hemos asistido a dos récords del mundo. Primero, el récord mundial de Tetris, batido por el taxista que nos recogió en el aeropuerto. El muy cabrón, bendito sea su don, fue capaz de meter nuestras cuatro maletas en un maletero que no cabía ni la cabeza del nabo de un pigmeo. El segundo récord ha sido el de inutilidad a la hora de freir pollo frito - disciplina aún no olímpica. Belén ha ido al KFC y ha tardado en salir un tiempo indeterminado que he estimado en dos horas, tres minutos y tres segundos, esto es, un segundo por encima del récord mundial de maratón que posee Geoffrey Mutai desde el mes pasado. ¿Cómo se puede tardar tanto tiempo en freir un pollo, coño? ¿Es que realmente han ido a Kentucky a buscarlo?
3.- La libertad sexual en Tailandia es un hecho. Hoy hemos entrado en el bar más gay de todos los tiempos. He estado en muchos bares gays en Barcelona pero el nivel de pérdida de aceite, pose y miraditas que he visto hoy en las Phi Phi Islands es lo nunca visto. Ni Winnie The Pooh dándole por culo a Mi Pequeño Pony debajo de un mágico arcoiris supera lo de hoy. He encontrado Phuket bastante seguro en líneas generales. Creo que lo único que he tenido peligro de que me arrebataran hoy es mi virginidad anal.
4.- Se me está acabando el Disneumón Pernasal - alerta roja. La ausencia del botecito rojo con inhalador blanco en mi vida actual de resfriado permanante - ya estoy mejor, pero no he querido decir nada para no preocupar innecesariamente a la gente - puede tener consecuencias funestas. Sin el Disneumi puedo hacer que el Demonio de Tasmania parezca Perezgil, que no solo era un caracol en Barrio Sésamo, también estaba siempre fijo en el mismo sitio, el muy hijoputa. También escasea el Relec, pero desde el día que me rasqué un huevo después de untarme en las manos y acabé viendo las putas estrellas y soltando barbaridades en cinco idiomas, pues como que prefiero que me piquen los mosquitos y a tomar por culo, joder.
y 5.- Al final nos han traído y llevado una hora en coche en cada sentido, hemos hecho dos trayectos en barco de hora y media, hemos visto un sitio paradisíaco y nos han dado de comer + café y te gratis en el barco por 23 Euros por cabeza. En Barcelona con 23 Euros podríamos tomar una cerveza en Plaza Catalunya y ver la Casa Batlló. Surrealista. Mañana probablemente nos tomaremos un descanso en el blog, porque toca día de piscina tranquilo y sólo hablaríamos si nos pasa algo verdaderamente extraordinario. Para contar que sí, que la piscina, que hemos ido a comer y a cenar, pues qué cojones vamos a escribir. El lunes llegamos a Hong Kong como a las 8 de la noche y esa será otra historia, por supuestísimo... Será nuestra penúltima parada en el viaje antes de volver a Hanoi y regresar. Todo lo bueno se acaba... y esta entrada de blog se acabó.
viernes, 24 de junio de 2011
Dia 21: Luna de miel (!?!) en Phuket
Hemos amanecido en Singapur con un calor insoportable, asi que salvo un memorable viaje mio a comprar postales que ha durado media hora y que casi acabo sudando tres veces mi peso - que ya es sudar - no hemos hecho gran cosa. Hemos tomado la opcion de esperar a meternos en un taxi al aeropuerto - 12 Euros, oigan - porque sabemos que estamos hablando del numero 1 de esto. El Changi Airport es sencillamente imbatible, con detalles desde lo mas grande - ofertas de ocio, lujo, comidas - a lo mas pequeño - Internet gratis, servicio de recarga de moviles tambien por la patilla, agua potable y totalmente bebible, servicio ejemplar de correos. Lo cojonudo es que prometen que sera mucho mejor cuando acabe su ampliacion en 2012. Y eso que estabamos en la terminal cutre, la 1. No quiero ni pensar como sera la 3. Tengo el presentimiento de que volveremos a Singapur, como siempre, de paso.
Hemos tenido mala suerte con el vuelo esta vez. Bueno, realmente es Belen quien ha estado puteada porque yo me he quedado KO en el minuto 1. Detras de Belen estaba una familia con un tio sorbiendose los mocos hasta practicamente el bulbo raquideo y un niño coñon pegapatadas. Le han dado el viaje. Lo peor es que luego el tio nos ha perseguido - se ha puesto detras nuestra en la cola de inmigracion y al lado cuando salian las maletas. He cogido un carrito de maletas defectuoso, sin direccion alguna. Justo cuando salia dando tumbos, el colega se ha parado delante mia con el puto despiste. Le he tenido que decir en voz alta "quieres dejar de tocarnos los cojones, sorbemocos hijoputa?". No habla español, pero me ha mirado como si lo entendiese.
El hotel esta a una hora del aeropuerto. Han entendido mal la nota anexa que les puse - somos una pareja felizmente casada, asi que necesitamos una cama de matrimonio - y se creen que somos recien casados. Nos han pintado un corazon con petalos de rosas encima de la cama, han puesto las toallas en forma de cisnes besandose y alguna que otra ñoñada mas que se me escapa - ver video inicial -, pero que se agradece. La gente nos felicita, y es normal - poca gente lleva cinco años de casados de tan buen rollo sin quere matar a la otra persona mas que el 0.01% del tiempo. Valientemente hemos decidido seguirles el rollo, son muy amables.
Esto es muy grande - playa privada enorme, hasta seis piscinas, un monton de restaurantes y gran cantidad de turistas australianos, lo cual siempre es cojonudo. Una pareja se iba y nos han regalado una botella de vino blanco que no les cabia en la maleta, asi por la cara. Les he dicho que brindariamos por ellos cuando la abra, o sea, mañana por la noche. Lo mas pintoresco hasta ahora ha sido ir a reservar la excursion - sospechoso, porque nos ha costado 23 Euros con barco y almuerzo incluido. Nos habian dicho un sitio y para encontrarlo hemos lidiado con taxistas perdidos, andado por descampados extraños y sorteado gran cantidad de sastres, vendedores ambulantes y centros de masajes, algunos mas bien para los pies y la espalda y otros mas bien para la polla y los huevos. Al final hemos encontrado el sitio y tenemos que estar como un clavo en el lobby a las 7 de la mañana. Espero que sea el ultimo madrugon del viaje, que estoy levantandome temprano mas veces este mes que en todo el año, coño.
Esta noche es San Joan - enhorabuena los Juanes, Joanes y demas nombres compuestos! - asi que nos vamos a pegar una barbacoa entre pecho y espalda que no se la salta un galgo. Hemos tenido tambien un rato muy bueno en la piscina de debajo de nuestra habitacion pooorque hemos pillado la hora feliz. Cerveza a poco mas de un euro, lo cual siempre se agradece nada mas salir de un pais como Singapur. Mañana volveremos para contaros mas.
PS: Una cosa caracteristica de los bateres en Singapur, Taiwan, Tailandia e Indonesia es que tienen mucha agua, mucho mas de la mitad de la taza. Un entretenimiento para el publico masculino es intentar hacer "el periscopio invertido", esto es, meter el nardo en el agua del bater. Eh, a mi no me miren, yo no hago estas cosas, pero que se puede hacer, seguro. Para hacer el periscopio invertido en España con el agua que queda en el bater deberias ser un superdotado, ganarte la vida como surtidor de gasolina...
jueves, 23 de junio de 2011
Día 20: Marina Bay, ciudad de vacaciones
Hola a todos. Seguimos en Singapur, en la que será nuestra última noche por aquí. Hemos decidido pasar el día viendo la zona de Marina Bay - ya habíamos estado en la ciudad y ha sido el principal cambio que ha pegado Singapur en los últimos cinco años. Es difícil describir con palabras lo que es aquella zona. Primero, hay rascacielos por todas partes, con el impactante Marina Bay Sands presidiendo todo el complejo. Imagino que en los países árabes hay este tipo de cosas, pero yo no había visto nada igual. Perfectamente hay un centro comercial de casi un kilómetro de longitud con las mejores tiendas del mundo. La zona de comidas es sencillamente abrumadora y el casino nada tiene que envidiar a cualquiera del Strip de Las Vegas.
Sí, hemos tentado nuestra suerte en el casino - y hemos ganado 100 dólares de Singapur jugando la misma cantidad. No es que sea un dineral, pero ha dado para pagar la comida en el Food Court y la subida a la terraza del Marina Bay Sands, famosa por su piscina infinita la cual, por cierto, no se puede ver. Por un lado me parece bien que el área de piscina esté reservada a los clientes del hotel, que para eso se han gastado los cuartos para mojar sus cojoncillos en ella. Por otro lado, pagando 20 dólares de Singapur - unos 12 Euros - por subir a la azotea de la piscina, lo mínimo es que se pueda ver una panorámica más o menos correcta de cómo la gente pudiente mete sus cojoncillos en el agüilla. La verdad es que las vistas son impresionantes y pese a ser más baja que el Taipei 101 o las Torres Petronas, impresiona más al ser al aire libre. Se han gastado un pastizal inmenso en el hotel. Otra vez más, da la sensación de que Singapur no se sostiene por ninguna parte - centros comerciales vacíos, exceso de construcciones... creo que esto va a petar sí o sí, aunque espero que no.
Me encanta el metro de Singapur, es el mejor que he visto en mi - aún - corta e insignificante vida. Está totalmente adaptado para ciegos y discapacitados físicos, y hablo de TODAS las paradas. Funciona muy eficientemente, los cambios de línea son bastante cortos - en algunos casos rayando lo ridículo - y por supuesto y bajo pena de una multa que se te caigan los huevos al suelo, está muy limpio. Parece que la dictadura capitalista funciona de cojones en estos países. Funcionó con Taiwan en la época del Chanca y el señor Singapur también ha hecho un trabajo cojonudo con este pequeño pero poderoso país. Decía Belén que es la puerta de Asia para el mundo occidental y estoy totalmente de acuerdo.
Dos personas me han preguntado durante estos meses por qué vamos a tantos sitios y no tocamos la India. Bien, la respuesta es que nuestra intención es morir de viejos, sin dolor y sin haber pisado el país. Sin ánimo de ofender, la práctica totalidad de hindúes que hemos visto en varios países son maleducados hasta decir basta, saltando las colas, mirándote con cara rancia y siendo incapaces de devolver un "buenos días" en ningún momento. En lo que a mí respecta, mi opinión personal es que a día de hoy, antes iría a Groenlandia en invierno, a Afganistán con una gorra de la US Navy o a Irán vestido de Boy George antes que ir a la India. Me gusta el turismo de ciudades y estar cómodo en los sitios que visito, así que hasta que evolucionen un poco y cambien sus modales - por mi propia experiencia y asumiendo que he podido tener muy mala suerte, terribles - me parece a mí que voy a ver el Taj Mahal en fotografía. Una pena, porque tiene que ser un sitio acojonante, fascinante, mágico. Qué le vamos a hacer...
Mañana nos vamos a Phuket y la cosa promete bastante - más playa y visita, sin encontramos el tour adecuado, a las islas Kho Phi Phi, famosas por la peli La Playa. Os dejo con Belén, que tiene muchas cosas que contar. Hoy ha vencido a su vértigo otra vez subiendo al Marina Bay echándole lo que hay que echarle. Esta noche nos ha caído la madre de todas las putas tormentas. Más o menos a las 4:30 am ha empezado a tronar y llover de forma impresionante. Ha caído la mundial, no hay forma de explicarlo, no hemos visto nada igual. Encima el hotel es igual de oscuro por la noche que el culo de C3PO - el robot traductor de Star Wars - cuando le refleja el sol, así que hemos tenido show pirotécnico nocturno por la patilla... a costar de nuestro sueño.
Anexo by Belén:
Efectivamente le he echado más huevos que el caballo del espartero con orquitis, ya que estoy superando mi miedo a las alturas a golpe de terapia de choque, pero, así y todo, hoy me han dado los sietes males en lo alto del Marina Bay, ya que sus barandillas son de cristal e impresionan mucho.
Es cierto que esta ciudad funciona y sus habitantes respetan todas sus normas, pero me recuerdan a los habitantes de "Un Mundo felíz" y creo que, si yo viviese aqui, me saldría del camino de baldosas amarillas y podría llegar a tener problemas. Lo bueno es que puedes dejar el bolso donde sea que ni te lo miran (igualito que en España!).
Estamos haciendo un máster de centros comerciales, ya que hay uno en cada esquina y el nivelazo es impresionante. Hoy, en el aseo del centro comercial de Marina Bay, me ha sucedido algo muy freak. La cosa está en que he ido al WC y, mientras que estaba dentro de los urinarios, una china se me ha puesto a cantar en la puerta. He salido y me seguía cantando y, cuando ha terminado el recital me ha dicho en inglés:
- Somos felices, todo el mundo es feliz, si hay dinero hay alegría.
Y se ha marchado... sin más ¿Freak verdad???.
Aqui si dejas el WC sucio te ponen una multaza y, nada más llegar a Singapur, en el mismo aeropuerto, fui al baño y no me dejaron salir hasta que me revisaron el estado en el que lo había dejado (en serio!). Por suerte no había rastro de mi paso par allí.
Hemos visitado el Merlion, el icono de la ciudad de Singapur y es sorprendente ver lo mucho que ha cambiado el skyline de esta ciudad en 5 años. Hemos hecho un vídeo para recordarlo!
Mi índice de popularidad por aquí esta muy bajo, ni me miran ni existo, lo cual se agradece, porque me da un palo volver a Hanoi bajo las atentas miradas de todos los vietnamitas que ni te imaginas. Aquí el que tiene éxito es Javi. Ayer mismo le pararon para hacerse una foto con él.
Como dato curioso añadiré que hemos comido en un foot curt, que es un sitio en donde hay un monton de propuestas y tu seleccionas lo que te gusta, desde comida Thai, hindú, local a lo que se te imagine y no tienen servilletas en ningún sitio. Las he pedido y se me han quedado mirando como diciendo ¿te manchas cuando comes so guarra??? y si, me mancho ¿qué pasa?.
Mañana de vuelta al paraíso playero a remojarnos un poco y a seguir llenándonos de experiencias.
P.D.: Te llamo desde Phuket Cuqui! Te quiero.
PD2: Recuerden que los comentarios aquí o en Facebook - el Twitter no lo puedo leer, no sé por qué, y me toca los cojones - son más que leídos con gusto. Son apreciados, bienvenidos y agradecidos.
miércoles, 22 de junio de 2011
Día 19: Consumismo y atracciones en Sentosa
Hola a todos aún desde Singapur, paraíso consumista en Asia. Si pensábamos que Singapur estaba lleno de compradores compulsivos, la isla de Sentosa es lo mismo multiplicado por 10. Todo está lleno de tiendas, reclamos, motivos para gastar pasta a diestro y siniestro, que es lo que hace casi todo el mundo aquí. No sé de qué viven, cómo se sostiene su dictadura capitalista, pero el caso es que aquí la gente gasta a todo trapo, es acojonante. Como prometimos - y como se puede ver en la foto de cabecera - hemos estado en los Universal Studios, quizás el parque temático más pequeño y decepcionante que hemos visitado en nuestras vidas. El Pájaro Loco, como véis, le ha pedido a Belén matrimonio. He pensado en meterle el pico por vía rectal, pero era fan de pequeño.
Hemos llegado a las 10 de la mañana con un calor de muerte y tras una cola espantosamente tórrida hemos accedido al parque. La primera atracción era una montaña rusa de agua con motivos de la peli Madagascar. Todo el trayecto hemos estado amagando que venía el malo, que ojo, que mucho cuidado... y fin, eso ha sido todo. Ni un puto salto, nadie se ha mojado un pelo. Un rollo, qué cojones. Después hemos visto una simulación de un huracán en New York que ha estado bien. La presentación era con un vídeo de Spielberg, que evidentemente no mete la zarpa en una atracción de parque temático a no ser que sea muy buena.
Había tres atracciones principales. Una era de dar vueltas y ponerse boca abajo en una montaña rusa bestial, pero me mareo y Belén no quería subir sola - lo siento, oiga. La segunda tenía permanentemente 70 minutos de cola - montaña rusa de rápidos de agua a través de Jurassic Park - así que hemos subido a la tercera. Era una montaña rusa de miedo, a oscuras, con la peli La Momia como protagonista. Me acojono muchísimo en estas cosas pero ya que no podía subir en la grande-grande y en homenaje a que Belén subió a las Petronas y al 101 conmigo pese a su vértigo, he decidido subir. La atracción es brutal - subes, bajas por pendientes imposibles marcha atrás, giras, te pones de costado - y acojona bastante. Pasa que mi límite de mareo está bastante por debajo y me he quedado hecho una mierda, como una nenaza. Sí, amigos, después de repartir sarcasmo por media Asia, ha llegado el momento de que me las den todas juntas. Belén ha inmortalizado el momento con un vídeo que me deja en ridículo, con razón, y poco más hay que añadir.
He necesitado bastante tiempo para recuperarme, pero hemos llegado a una de las atracciones principales - un espectáculo de Shrek en 4-D - o sea, 3D pero con sillas en movimiento - bastante chulo, situado en el tiempo en la luna de miel con Fiona. Ha merecido la pena muchísimo, todo lo contrario que una especie de karaoke con el burro de protagonista - sin duda el peor show que hemos visto nunca en un parque temático. No tenía gracia alguna, era el burro proyectado en una pantalla y respondiendo preguntas del público, el cual se sentía tan ridiculizado como avergonzado a la vez por el timo que les han pegado - 20 minutos de cola, de su valioso tiempo, para semejante mojón de actuación.
El remate final - véase la foto - es un espectáculo que tenía la mejor pinta de todos - Monsters of Rock. Todos los monstruos de Universal - Frankenstein, la Momia, Dracula... - cantando rock duro en un espectáculo de 20 minutos. Ha resultado ser una mariconada babosa de primerísimo nivel, un fraude de tres pares de cojones. Especialmente esperpénticas han sido tres cosas. Primera, el Frankenstein no era creíble - era indígena, no hablaba bien inglés y el maquillaje ni se parecía. Dos, el número final, anunciado a bombo y platillo, veía a un Drácula rollo Crepúsculo destrozar You Give Love a Bad Name de Bon Jovi por todas partes. Tercero, y lo peor de todo, un Fantasma de la Ópera más gay que una bandada de palomos cojos cruzando un arcoiris rosa de Hello Ketty a ritmo de los Pet Shop Boys, un julandrón que haría que Amor de Gran Hermano pareciese un leñador canadiense... cantase Welcome To The Jungle de Guns 'n' Roses a ritmo disco. Para aquellos que conozcáis a mi compañero Edu Roca, seguramente se habría subido al escenario a darle de hostias a todos.
Casi lo mejor del concierto ha sido que nos ha tocado al lado del club de fans de Doña Rogelia - siete mujeres tapadas con un velo negro, zapato cerrado y pantalones mientras habían 30 grados y 80% de humedad en la calle. Está bien el tema de la religión pero no me creo que esas mujeres hayan elegido ese atuendo libremente en el día de hoy. Luego hemos ido a una tienda de caramelos que había fuera y hemos flipado. Vean.
Mañana toca Marina Bay, el Merlion y dar vueltas por la ciudad. Ya os contaremos cómo nos va. Tenemos problemas de conexión, pero esperamos manteneros informados y demás.
Anexo by Belén:
Ha sido un día muy divertido. Es cierto que el parque de atracciones es un mojón con pelos, pero tenía cosas chulas y nos ha sentado bien volver a ser niños por un día.
La frase del día, sin duda alguna, la ha protagonizado Javi que, tras bajarse de la montaña rusa de la momia más mareado que Xuxa después de un show y sentadido le pregunto:
- ¿Estás bien cariño?
y me suelta (muy digno él):
- Tengo un hielo en la cabeza y otro en la boca ¿qué te hace pensar que estoy bien????
Casi me muero de la risa!! Genial Sr. Gancedo!!
Ahora nos vamos a cenar a Chinatown y luego a descansar, que tengo los pies más hinchados que el currículum de Roldán, asi que, mañana más y mejor.
P.D.: Mil besitos Cuqui!
martes, 21 de junio de 2011
Día 18: Hola de nuevo, Singapur
Hola a todos desde Singapur, sin duda la ciudad más evolucionada de toda Asia. Tampoco es que tengamos grandes cosas que contar hoy - hemos llegado al hotel a las 4 y pico, hemos ido a mirar tiendas (digo bien, mirar, porque el dinero ya escasea) y hemos cenado porque mañana sí que hay un plan mejor. Iremos al Universal Studios de Singapur. Después de ver tanta gente rara en las últimas tres semanas, un poco de realidad nos vendrá bien, qué cojones. Pasado mañana iremos a Marina Bay, la zona antigua de Singapur y seguro que nos pasan más cosas.
Nos ha costado mucho irnos de Bali. Volvimos a quedar con Madé, nuestro guía, para que nos llevase al aeropuerto por la mitad de guita que el hotel. Le teníamos preparada una sorpresa - ayer nos gastamos unos 15 Euros en regalos para sus cuatro hijos y dos CD piratas para él, uno de Bob Marley - of course - y otro de Crowded House, porque dice que tiene mucho cliente australiano y tal. El tipo se ha emocionado bastante y el último trayecto al aeropuerto con él ha sido todo energía positiva. Es un gran tipo, de esos que se parte la cara hasta la hora que sea por sacar adelante a su familia. Eso sí, nos ha pegado al puto Bob Marley de los cojones. Si no silbamos Could You Be Loved, es Buffalo Soldier, Is This Love or No Woman No Cry. Todo el puto día.
Pese a que el hotel es la hostia y pretendemos volver algún día, fue muy placentero perder de vista a los flautistas y percusionistas del lobby. Hijos de puta, qué pesaos son, todo el día tocando un bucle sonoro de 30 segundos, una vez, y otra, y otra. Parece que te estén pidiendo a gritos que salgas de ahí, que te vayas a ver la isla, a la piscina, a la habitación, pero sobre todo, a tomar por culo de donde están ellos. Me he comprado una pandereta rollo Liam Gallagher y esta mañana he estado a punto de unirme a la marcha marchosa, pero he pensado que igual se cabreaban y acababa en el mismo sitio que el cerdo asado del viernes. Qué rico estaba el cabrón.
El aeropuerto de Bali tiene cosas buenas, malas y sorprendentes. Las malas es que está bastante al carajo, que es difícil tomarse un café decente - ver foto aquí arriba, es lo más potable que encontramos - ...y algo más que no entiendo y no me acuerdo. Joder, estoy escribiendo en un cuaderno y no entiendo mi propia letra. Esta situación tiene el agravante de que desde que estuvimos en Bangkok sé que hay gente que escribe con el chocho 20 veces mejor que yo con la mano. Lo bueno es que - vean la foto de cabecera - el finger está a escasos metros del mar, donde rompen las olas. Es muy bonito. Lo raro es que hay cuatro puntos de reflexología podal - vamos, chiringos pululentos donde dan masajes en los pies. Coño, ni que la gente fuese andando al aeropuerto.
Había Internet gratis en la sala de espera antes de embarcar y hemos tenido un rifi rafe con un surfero tan atlético como pestoso, que no se ha tomado bien que le dijésemos que el ordenador era de todos. Es de esos momentos en que te gustaría llevar una pastilla de jabón en el bolsillo para dársela al buen muchacho. La cosa no ha pasado a mayores porque somos gente educada y porque si llegamos a caer en la provocación, probablemente me habría puesto la cara como un Cristo, el muy cabrón. Ojalá coja una ola directamente al mismísimo carajo, que caiga con el culo abierto en un nabo de esos que venden en Bali y tenga un esguince que le haga meter la oreja en el charco durante dos semanas - además de no tener que hacer fuerza para cagar, claro.
Singapur ha crecido exponencialmente y yo creo que no se sostiene en el marco económico actual. No sé de qué viven, pero Orchard Road, la calle comercial por excelencia de Asia, tiene un kilómetro de centros comerciales con tiendas que hacen que Lacoste parezca un mercadillo búlgaro. Es de una calidad increíble todo lo que venden, todas las mejores tiendas del mundo. He entrado a cagar a un centro comercial que es el más lujoso que he visto en todo el viaje. Joder, si hasta el bate ha tirado solo de la cadena - verídico. Comprar no he comprado, pero el regalo sí que se lo he dejado - son tres semanas viajando y comiendo cosas algo extrañas y todo se resiente, amigos. Ya en serio, es increíble, nos hemos quedado boquiabiertos con el nivelón de Orchard Road. Lo único que he comprado son discos en el HMV, tienda a la antigua usanza, bien organizada y surtida. Da gusto ver tiendas de discos así aún en pie. He visto un iPad de 64 GB por 530 EUR, que se queda en 503 por la devolución de tasas, pero dudo de su compatibilidad en España y lo dicho, los fondos no están para tirar cohetes.
Mañana será un día más productivo, a ver qué tal. Nos vamos a la cama, que el cansancio nos puede. Seguimos para bingo, amigos. Cualquier comentario, ahora que flaquean un poco las fuerzas, será más que bienvenido.
PS: Belén se está meando de risa, literalmente, viendo una telenovela cantonesa en la tele, de estas que acercan la camara para hacer un plano de la cara cuando alguien dice algo chungo. Cutrísimo. Vivir para ver...
lunes, 20 de junio de 2011
Día 17: Nos vemos pronto, Bali
Buenas!! Hoy abro yo el blog, ya que estos últimos días he estado "cerrada por vacaciones".
Mi impresión de Bali es magnífica. Es una isla mágica, con una arquitectura muy característica y con todo tipo de bonitos detalles, ya que siempre hay una talla, un cuadro, unas flores o una bonita iluminación para decorar el lugar. Es una isla de artistas como no había visto en mi vida. Todos o tallan madera haciendo auténticas filigranas, o esculpen piedras creando figuras imposibles, o pintan cuadros con una calidad inimaginable (por cierto, nos hemos comprado dos cuadros para decorar las paredes de nuestra casa y recordar este bonito paraje) o cantan, bailan o crean a destajo, lo dicho: ARTISTAZOS!
Otra cosa que me llama la atención de Bali es que cientos de cometas surcan sus cielos. Se ven cometas de todos tipos, formas y colores en todas partes y mires por donde mires hay un altar con sus ofrendas florales y unas bonitas sombrillas de colores. Todo muy colorista y muy creativo.
La comida balinesa es deliciosa. Hemos comido platos típicos con su salsa de cacahuete y ayer, en la playa, disfrutamos de un buen plato de pescado fresco y marisco en la orilla del mar (momentazo!!).
Hoy ha sido un día de auténtico RELAX. Nos hemos despertado tarde, hemos disfrutado de la piscina del hotel, que tiene una cueva balinesa que te recuerda a las películas de Indiana Jones y está rodeada de flores y naturaleza.
Como decidí quejarme (con educación) de la espera por la nueva habitación nos han compensado con un masaje de 1 hora en el spa del hotel. No nos hemos llevado la cámara, pero el sitio era el auténtico paraiso.
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Nos han recibido dos amables balinesas que nos han llevado a nuestra zona privada del spa a Javi y a mi, para empezar, nos han limpiado los pies en una vasija llena de flores y nos han hecho, en el mismo sitio y a la vez un peazo de masaje que nos ha dejado nuevos. Yo a los 3 minutos de masaje ya estaba babeando. Gustazo total!!
Tras la hora de masaje comer y siestazo, para luego por la tarde ir a petardear por la zona comercial de Sanur y encontrarnos con cachivaches de lo más auténticos.
Esta isla es preciosa, pero lo realmente bonito de aquí es su gente, que son terriblemente amables y agradables. Te hacen sentir como una auténtica diosa, de verdad. Sin duda alguna, si algún día vuelvo a Bali es por su color y por su gente.
Me llevo una muy buena sensación de esta isla a la que, seguro, echaré mucho de menos.
P.D.: Cuqui te quiero ;)
(anexo by Javi)
Bien, Bali es el paraíso y como dice Belén, es la gente de aquí lo que la hace especial. Todo el mundo sabe un set de 20 frases en inglés para utilizar con todo el mundo tipo "¿qué tal estás hoy?", "que pases un buen día" y cosas así. En España tenemos que aprender mucho de todo esto, en mi humilde opinión. Hoy hablaba con una señora holandesa que decía que España le molaba pero que venía aquí especialmente por la gente, pese al chorro de kilómetros que hay que tragarse. Y coño, tiene razón, en España tenemos un país bestial, con playas, alcohol barato - ojo con eso, gran motor de nuestro turismo - y mucho que ver pero nos cachondeamos de los guiris por sistema. Creo que si hiciésemos de España un sitio más cómodo para todo el que viene de fuera a gastarse los duros, vendrían más turistas y de mejor calidad. Por mi parte, pienso predicar con el ejemplo ayudando a todo el turista que vea en apuros, indicando direcciones, intentando que se sienta bien en Barcelona, Sevilla o donde quiera que esté.
Y ahora, para perder la poca credibilidad que he ganado con el párrafo anterior, lo que todo el mundo está esperando - chistes de rabos.
Nos vemos en Singapur. Llegaremos mañana por la tarde, salimos de Bali a las 12:55, hemos comprado una serie de regalos para nuestro conductor Madé, un buen tipo al que admiramos de corazón, y sus cuatro hijos. Pese a que nos llevamos un trozo de esta isla en nuestro corazón, volver a la urbe es apasionante. Muchas veces de ver la nueva zona de Marina Bay, con el hotel ese de la piscina infinita. Permanezcan atentos, que la cosa promete...