jueves, 21 de julio de 2011

Una imagen vale más que mil palabras


Como guinda final y antes del sorteo del concurso, hemos hecho un recopilatorio de fotos de los sitios que hemos visitado. Esperamos que os guste y que os acerque un poquito más a nuestra aventura por Asia.

Gracias de nuevo por compartir este viaje con nosotros y por vuestro interés. Nos quedan muchos buenos recuerdos que no olvidaremos jamás y este blog nos ayudará a ello, ya que nos queda como diario de a bordo y, cuando nos entre morriña, con echarle un ojito volveremos a sentir todas las experiencias vividas.

En breve haremos el sorteo y se publicará el ganador/a del super premio.

Enjoy!!

martes, 19 de julio de 2011

Volaré


Gracias a todos los que habéis hecho la aventura con nosotros. Iremos colgando los vídeos con las fotos. De momento un homenaje a las horas de vuelo...

Enjoy!!!

lunes, 11 de julio de 2011

Día 30: Regreso y epílogo (parte 1)


Hola a todos. Hace una semana que volvimos a Barcelona y he querido dejar un poco de tiempo para mirar las cosas con un poco de perspectiva. La verdad es que ha sido el mejor viaje de nuestras vidas, el más largo y completo. Nos ha dado la oportunidad de descubrir muchas cosas - olores, sabores, tradiciones, formas de vivir -, tratar con mucha gente interesante, ver el mundo desde otro punto de vista y comprender muchísimas cosas. Hemos - creo que hablo por los dos, pero Belén tendrá la penúltima palabra en este blog, así que me puede desmentir y hasta cagarse en mí si le da la gana - aprendido mucho, a tratar a la gente con más respeto, a disfrutar de la vida un poco más y a relativizar el estrés y los enfados de esta perra pero maravillosa vida occidental que nos ha tocado vivir.



La vuelta, eso sí, fue una tortura total. El último día en Hanoi estuvo bastante bien. Nos levantamos tarde, apuramos la salida del hotel, comimos relejada y aceptablemente en un lugar llamado Green Mango que no es ni de lejos la mejor oferta culinaria de la ciudad, compramos una serie de souvenirs y nos atosigó un vendedor ambulante que, al ver que no consiguió vendernos nada, nos insultó llamándome gordo de forma elegante.



Él: (tocándome la barriga) Happy Buda, Happy Buda.

Javi: (sonriendo complaciente) Cabrón de mierda, cabrón de mierda.









A petición - acertada, creo - mía subimos a un café que había en una quinta planta cerca de una rotonda para tomar un café y ver el tráfico desde arriba. Hicimos algunos vídeos y aunque sabemos que insistimos mucho con el tema del tráfico de Hanoi, no estaría de más que viéseis este vídeo. Además, qué cojones, mi humilde intervención en este blog se está acabando por momentos. Menos criticar y más sugerir cómo podemos dar continuidad a este blog, joder. A mí no se me ocurre cómo pero ustedes, amables lectores, gente intelectual y con sesera, seguro que encuentran la manera.








Para matar el tiempo nos dimos un masaje de tres horas anti jetlag antes de salir. No diría que ha funcionado al 100% pero sí que es verdad que, al menos, un servidor no ha ido tan jodido como otras veces. La verdad es que estuvo bastante, bastante bien, y es que el spa del hotel - que se llama La Siesta, tal cual - está bien considerado por ahí. El vuelo largo fue bastante bien - mismos dibujos animados soviéticos, misma pastilla para dormir, misma comida. Eso sí, me desperté y vi a Belén fuera de sí unos asientos más para allá - el vuelo no iba lleno y nos separamos para tener más espacio.





Belén: HOOOOLAAA!!! BUENOS DIIIIIAAAS! B-U-E-N-O-S D-Í-A-S, HIJAS DE PUTA!!!




Después Belén me contó que dos tías le habían dado la tabarra todo el camino, hablando, comiendo y tocándole el pie para despertarla, la muy hijas de la grandísima chingada, así que se la estaba devolviendo. Suerte que no tenía una cacerola a mano, si no, nos echan del puto avión con un paracaídas - o sin él. Llegamos con una hora de adelanto, con lo cual el tránsito en el aeropuerto de Varsovia pasaba a ser de seis horas. Una amable policía polaca con más bigote que Lech Walesa me obligó a embarcar mi maleta de mano porque llevaba una botella de whisky, la cual guardo para mi 40 cumpleaños - cuando me pasaré a la bebida de John Wayne y empezaré a fumar puros. La amable damisela tuvo los mismos modales que el forro de mis cojones, pero como íbamos sobrados de tiempo tampoco era plan de montar un numerito.





El único vuelo retrasado fue el nuestro, con sus muertos. Al final estuvimos ocho horas y media en el puto aeropuerto de Varsovia. Me encontré gente conocida porque el EuroBasket femenino había acabado el día anterior en Polonia. Tiene cojones encontrarme a amigos de Sevilla en el aeropuerto de Varsovia, pero es lo que pasó. Tras desayunar cuatro veces o así, aguantando el sueño como buenamente pudimos, llegamos a casa a cosa de las 16:30. La Aventura Asiática había llegado a su fin.





Hemos ido en barco, avión - muchos aviones -, coche, autobús, tuk-tuk, hemos visto siete países, conocido muchas formas de vivir. Hemos tenido dos pequeños accidentes, regateado como titanes, reído como no lo hemos hecho en la vida. Hemos subido edificios altos, visto parajes inmensos, asistido a asombrosos juegos de luces - oh, Hong Kong. Hemos visto el modo de vida de la gente en Bali, verdaderos supervivientes perfectamente organizados. Nos hemos sentido bien tratados, seguros, y creo que hemos aprendido la lección para hacer lo mismo con los turistas que vengan por aquí. Hemos viajado con compañías aéreas extrañas y exquisitas, andado por descampados, sido promocionados a primera clase, visitado algún submundo sexual y una cárcel vietnamita, entre otras mil cosas que habéis visto con nosotros. Nos hemos enamorado de muchos sitios y lo más importante, un poquito más el uno del otro.





Y lo más importante, lo hemos compartido - sin presumir de nada, solo por haceros pasar un buen rato - con todos vosotros.





Queda abierto el concurso, el cual se resolverá en la próxima entrega. Recuerden, el premio es bueno y solo tendrán que hacer una pregunta del viaje, lo que quieran, que para eso estamos. Por mi parte, y de momento, esto ha sido todo. Veremos cómo evoluciona el tema, pero ha sido un verdadero placer.

sábado, 2 de julio de 2011

Día 29: Taxistas piruleros y museos fraudulentos


Hola a todos. Por ser el penúltimo día aquí en Hanoi - nos vamos a las 23:30 de mañana - hemos decidido tomárnoslo con calma por tres razones principales: uno, ha llovido, ha hecho mucho calor y no nos apetecía sufrir. Dos, hay poco que ver en Hanoi y nos estamos dosificando - en el día de hoy, en exceso. Y tres, cada vez que salimos nos pasa algo desagradable ya sea con los taxistas o el tráfico. Vietnam está lleno de buena gente pero coño, el día de hoy ha sido un poco raro y de hecho hemos cancelado los planes de la noche porque ya habíamos tenido bastante con todo lo que nos ha pasado.



Tras pasar la mañana en el hotel y comer en un sitio aquí al lado donde hacen unos sandwiches cojonudos, hemos decidido coger un taxi para ver el museo de historia de Vietnam, a priori un plan bastante bueno. En el hotel nos han buscado un taxi que ha intentado engañarnos miserablemente. Nos ha llevado al sitio, es cierto, pero ha pasado por delante y ha empezado a darnos un pirulo de padre y muy señor mío, el muy hijo de puta. Tras cinco minutos dando vueltas porque al tío le ha salido de los huevos, hemos visto otra vez el museo medio kilómetro detrás nuestra y el taxi yendo en sentido contrario. Hemos ido a explicarle - en perfecto castellano - que cómo podía ser tan hijo de la gran puta y ha parado el coche, haciendo que el de detrás - que venía a dos por hora, gracias a Dios - nos embista. Accidente.



El tío, que llevaba un Lexus de puta madre, ha hecho parar al puto taxista allí mismo y se han puesto a discutir. Belén ha perdido un poco los nervios y ha insultado al taxista diciéndole de todo. Hemos decidido con la valentía que nos caracteriza pagarle la carrera a ese cabrón - un euro, más o menos - y largarnos al museo andando ahora que lo teníamos localizado. De camino al museo hemos visto un accidente más serio. Tres personas en una moto - madre y dos hijos - rodando por los suelos tras una colisión bastante grande. Nos ha puesto los pelos de punta.




Al llegar nos hemos equivocado de museo y nos hemos metido en el de la revolución. Un poco más de lo mismo con la cárcel de ayer - qué cabrones son todos los que han extorsionado al pueblo vietnamita durante las últimas décadas y qué buenos son los padres vietnamitas, que nos llevan de excursión, tralarí, duduá. Ventajas - era gratis y hemos descubierto en nuestra infinita ignorancia que la Conchinchina no solo existe, además es una parte de Vietnam del Sur. Inconvenientes, que el museo era una mierda y se veía en 10 minutos.



Al salir del museo y tras una parada larga en un bar bastante agradable nos metimos en un minúsculo taxi camino al hotel. Tuvimos la precaución de andar un poco para que el trayecto al hotel fuese una calle hacia abajo - larga, pero solo una - sin posibilidad de desvíos, cruces ni hostias. Pues bien, el colega ha tirado por el camino más largo posible, callejeando como un cabrón, dando más vueltas que un hijo puta - probablemente él mismo valdría - buscando la partida de nacimiento y pasando entre motos, bicis, personas, tiendas y yo qué sé más. Hemos grabado la llegada al hotel, los últimos dos minutos, que son más o menos representativos de lo que ha sido la carrera.







Lo peor es que Belén ha ido a darle un billete de 50,000 bonifacios para pagar la carrera, el tío lo ha escondido, ha dado el cambiazo con uno de 10,000 y reclamaba la diferencia. En ese momento los dos nos hemos puesto a insultarle en varios idiomas pero cuando nos hemos ido del taxi se ha quedado tan tranquilo. Ojalá se asfixie comiéndose sus propios huevos.



Total, que pese a que la gente es guay, la bahía de Ha Long un sitio interesante, el hotel es impresionante - con un personal de primera - y Hanoi es un sitio muy curioso en el que pasar unos días, la experiencia en Vietnam no está siendo muy buena. Extraordinaria sí que lo está siendo por las cosas que nos pasan, pero muy buena no.



Mañana, si tenemos ánimos, iremos a ver el mausoleo de Ho Chi Mihn, se ve que el hombre está allí embalsamado al más puro estilo Lenin. Y si no tenemos ánimos, pues haremos tiempo hasta irnos. No sabemos si volveremos a escribir antes de coger el avión, así que por si acaso, llegaremos a Barcelona a eso de las 14:30 del lunes. Recuerden que el concurso sigue abierto y ahora que esto se acaba, es el momento de preguntar cosas. Y esperamos que vayan más allá de si nos peemos, la solidez de nuestras heces o si follamos aquí o allá. Un premio bastante chulo y nada barato espera al ganador del concurso. De hecho, aquí va la primera respuesta - Cuqui, la madre de Belén, pregunta si echamos más de menos nuestra cama, nuestro bate o una buena tortilla de patatas. Belén se inclina por esta última opción pero en mi caso, la cama aquí en Hanoi tiene una especie de bulto que me da en todo el puto lomo y no puedo dormir bien...

viernes, 1 de julio de 2011

Día 28: Títeres, prisiones y tráfico en Hanoi


Hola, qué tal. Penúltimo día de la aventura. Hanoi es un horno, aunque menos que la primera vez. Eso sí, el tráfico sigue siendo el punto fuerte en cuanto al atractivo de la ciudad. Coches, motos, bicis y viadantes en todas las putas direcciones, aparecen por todas partes, por sorpresa, a traición. Creíamos que nuestro vídeo inicial en Hanoi - el primero que hicimos, cruzando la calle - era insuperable. Estábamos equivocados. Miren y asómbrense.







Periodismo de investigación, jugándonos el jodido pellejo por nuestra fiel y algo desagradecida audiencia. Oigan, lo del concurso es en serio. Tuve que ir a un mercadillo, lloviendo a mares, llevar a Belén para que regateara como una cabrona y gastarme los cuartos para tener un buen premio para regalaros porque estamos agradecidos por el seguimiento - casi 3,000 visitas sin publicidad, es acojonante - pero coño, parece que no lo queréis. Quizás es porque no decimos lo que es. Fíense de nosotros.



Al turrón, pues. Hoy hemos estado en una carcel vietnamita. Suena chungo, pero es como Alcatraz, o sea, que ya no hay presos y tal. La prisión de Hoa Lo la hicieron los franceses en la época del colonialismo y la utilizaron para enchironar, torturar, hacinar y matar a prisioneros políticos vietnamitas. Una vez conquistado el país, los vietnamitas la usaron con los presos americanos. La explicación oficial es que lejos del horror anterior, los americanos recibían cartas de los familiares, jugaban al basket y al voleibol, incluso al ajedrez, y eran más felices que en América. Pondrían fotos de chicas locales chupándoles el miembro si no fuese impúdico. O sea, quién se cree semejante mierda. Los franceses torturaron a los locales, está claro, pero esta cárcel, con celdas a 50 grados y presos apilados en ella, no fue un camino de rosas para los yankis, seguro. Y una mierda, no me creo nada, como si los americanos fuesen los ídolos locales cuando los estaban matando a puñados ahí fuera. Pese a todo, la visita a la prisión pone los pelos de punta. Hemos hecho un vídeo.







Tras una larga pausa en el hotel, hemos pasado una buena noche fuera, esquivando la muerte varias veces por el puto tráfico, eso sí. Hemos ido al más famoso espectáculo local, un show de marionetas acuáticas que tiene origen en el siglo 11 acompañado por una banda de músicos locales. Ha valido cada dong que hemos pagado (100000, poco menos de 4 EUR) y nos ha gustado mucho. Son varios actos, explicados en vietnamita, con lo cual no nos hemos enterado de la misa la mitad, pero ha merecido mucho la pena. Hemos grabado un trozo que como casi siempre, no demuestra casi nada de lo que he sido el show - pero al menos da una idea orientativa.







Hemos ido a comer a un sitio que nos recomendó un australiano solitario ayer pero estaba chapado, así que hemos entrado en el local de al lado. Había más australianos comiendo, son mi tribu favorita - amables, simpáticos, interesados por lo que haces y siempre buscando hacer una coña. Si no estuvieran tan a tomar por culo iría cada año, son geniales. Después hemos llegado a un mercado nocturno donde básicamente vendían mierdas, imitaciones y más mierda durante más o menos dos kilómetros. Eso sí, al final del todo Belén ha encontrado una cosa que andaba buscando - y como es para su madre, no puedo deciros lo que es. Ha regateado hasta el último céntimo, literalmente. Su vuelta a España va a ser jodida, estoy seguro.



- Deme una barra de pan, amable dependiente.

- Aquí tiene, señora, es un euro.

- Y una mierda un euro, pero qué pasa, está hecho de oro el pan? Como mucho te doy 60 céntimos y vas que te matas.

- Oiga, la barra vale un euro.

- Vale, vale... Hmm... ¿Y si compro dos me lo dejas por euro y medio?



Hablando de Belén, anda por aquí, así que os dejo con ella. Ah, por cierto, hoy me he tomado un café con dos cojones. Vaso sucio, hielo sacado de un cubo, café almacenado en una botella de plástico y leche condensada local, espero que de procedencia no humana. Me lo he bebido. Mañana os cuento si ha tenido consecuencias funestas para mi organismo. Aquí Lady Regateo lo ha grabado todo...







Anexo by Belén:



Buenas!!



Es cierto que voy a llevar fatal lo de no poder regatear, me pone toa loca el mercadeo este y no se me da nada mal.



Hoy ha sido un día fantástico, hemos descansado mucho esta mañana y hemos aprovechado muy bien el día entre la prisión vietnamita, marionetas y mercados nocturnos.



La comida vietnamita es deliciosa y convinan infinidad de alimentos y salsas con un resultado francamente sorprendente.



Mi índice de popularidad está altisimo y me está encantando esto de ser famosa. Hace un rato he ido a comprar agua y la octogenaria vendedora se me ha quedado mirando flipada y me ha hecho el gesto de "eres muy grande", a lo que yo, con gestos, le he respondido y tu "muy pequeña", nos hemos descojonado de risa las dos y ha sido un gran momento. Los niños y las mujeres son mi público y los que más se sorprenden al verme. Ellas son muuuuy pequeñitas y flipan viendo a una tiparraca tan grande como yo, pero solo recibo sonrisas y trato amable. Ya los voy entendiendo un poquito más y son personas cordiales.



Mañana más mercadeo, museo de historia, enviar postalitas y el mausoleo de Ho Chi Min.



En 2 días estamos de vuelta y ya echo de menos estas vacaciones.



P.D.: Cuquita, en julio vamos a Palma ;)



PD2: Comenten, pregunten, hablen de ello, que esto se acaba... Y algo muy chulo en juego.

jueves, 30 de junio de 2011

Día 27: De nuevo, locura en Hanoi!


Buenas a todos desde Hanoi (de nuevo!!). Hoy hemos dejado atrás Hong Kong, ciudad que uno no puede dejar de visitar por lo menos una vez en su vida. Todo en Hong Kong es a lo grande y me llevo un grato recuerdo de todo ese amasijo de cemento y lucecitas.



Volvemos a tierras vietnamitas y vuelve a subir mi popularidad (me tienen frita estos cabrones), pero, como estoy en actitud muy zen y paso de todo el mundo dejo que me miren sin agobiarme, que solo me quedan 3 días de vacaciones y no pienso estresarme a estas alturas.







Estos días pensamos aprovechar mucho la ciudad, ya que nos dejamos muchas cosas por ver y promete ser una guinda fenomenal de este super viaje al que, sin duda alguna, voy a recordar durante mucho tiempo.



Hemos estado cenando en un cuchitril vietnamita en el que pasean las cucarachas por las paredes, pero la comida esta deliciosa. Ahora toca duchita y descansar que tengo los riñones molidos.



Os dejo con el jefe que tiene más rollo que la menda lerenda.



Ah!! No dejeis de hacernos preguntar para optar al premio que es MUY, MUY BUENO (en serio!!!).



P.D.: Bona nit Cuquita, bona nit a tothom!!!



(Anexo by Javi)



Hola, chochos todos. Estamos en Hanoi, última parada de este tour de force que nos hemos montado este verano. El tráfico es la hostia, algo increíble, una vez más no se puede explicar con palabras. Cruzar la calle invita al suicidio y todo el mundo va desatado, haciendo sonar el klaxon y conduciendo más agresivo que Pocholo cinco minutos después de que le robaran la mochila. Sirvan este par de vídeos como ejemplo.












Ha sido un día un poco insulso - llegamos al aeropuerto con las maletas ya facturadas y sin gastar un duro con la tarjeta magnífica del Airport Express. Estuvimos un tiempo exagerado en el aeropuerto a sabiendas que es el mejor del mundo, con tiendas increíbles y muchísimo que ver. La sociedad consumista está tocando techo y la obsesión de los asiáticos con las marcas caras europeas no tiene fin, como una meada desde el Everest - rozando el infinito. Sin embargo, el único vídeo que hemos hecho es que este invento, el Funky Loo. Míralo, deséalo, no puedes vivir sin uno. Y no - no lo hemos comprado. Damn.











Hemos volado con Vietnam Airlines, hemos tardado una hora en recoger las maletas, descendiendo directamente desde el primerísimo al cuarto mundo en menos de dos horas, y nos ha llevado más de una hora llegar desde el aeropuerto al hotel - 30 kilómetros, 70 minutos, por el puto tráfico loco de los cojones. Hay que verlo para creerlo. Hemos cenado en nuestro cuchitril favorito, nos hemos pedido un cóctel a ciegas y este es el resultado.











Mañana sí será un día más interesante - mercado diurno, espectáculo de marionetas acuáticas y visita a una prisión vietnamita. Los soldados americanos, que son unos cabrones muy graciosos, lo llamaban el Hilton Hanoi, se ve que es cinco niveles por debajo de inhumano. Ya os contaremos....





PD: Si la única que pregunta que tenemos en 24 horas es si hemos tenido o no diarrea severa es que la cosa va mal. Coño, preguntad algo, que hay un regalo en juego. Estimados amigos, querido público, amigos, simpatizantes, anexionados... no seais gilipollas.





PDD: Habéis visto la foto de portada? Eso es un lost in translation y lo demás son coñas marineras.

miércoles, 29 de junio de 2011

Día 26: última noche en Hong Kong... de momento



Hola a todos en nuestra última noche en Hong Kong. El día ha sido calcado al de ayer - muchísima lluvia a lo largo del día, tarde agradable y despejada - pero las actividades han sido muy distintas. Por la mañana nos lo hemos tomado con bastante calma, dándonos cuenta de lo mucho que vamos a echar de menos vacilar a la gente. Aquí nadie habla español, lo cual lleva a hablar de otra manera. Un ejemplo aleatorio: si vamos en ascensor y se sube una persona local, desde ese momento y hasta que llega el ascensor a su destino, esta persona se llama Antoñito o Antoñita. La conversación suele ser algo así:



- Javi, no tendrías que haber dejado entrar al puto Antoñito.

- Joder, qué quieres que haga, tiene derecho a bajar, mira la cara que tiene Antoñito hoy.

- Tiene cara de sueño, sí, pero qué cojones, que no baje con nosotros.

- Coño, Belén, ¿qué te ha hecho Antoñito hoy? ¿No ves lo bien que se porta, que no dice ni mu el pobre?



Hoy ha llegado al surrealismo el tema - a Belén directamente la entienden cuando habla en español. Hablando con el conserje la cosa ha sido así.



- Good morning madam, how can I help you?

- Yes, DARME UN MAPA!

- (sacando un mapa) Here you are, madam.

- Muchas gracias, shulo!



Cuento todo esto porque por la mañana no hemos hecho nada interesante más que vacilar a la gente, dar vueltas y empaparnos hasta las trancas porque ha llovido hasta decir basta, o más bien, basta ya de una puta vez, que estamos aquí tres días, cojones. A la hora de comer hemos visto las escaleras mecánicas más largas del mundo, 800 metros tiene la jodía. A los 300 metros hemos visto un burger deluxe con ingredientes sanos y carne de primera y le han dado por culo a tanta escalera y tanta tontería. Por la tarde hemos ido a ver mercados, comprando alguna cosa que otra y mirando mucho.









Lo mejor del día, sin duda alguna, ha sido subirnos en el Star Ferry justo cuando empezaba la Sinfonía de Luces. El Star Ferry es un barquito famosísimo que cruza de Hong Kong a Kowloon, o al revés, por la módica cantidad de 25 céntimos de euro - unos ocho duros al cambio. Llegar al puerto es un puto coñazo porque hay que andar 20 minutos hasta llí pero ha merecido la pena. Ver todos los edificios iluminados mientras surcas el mar - es un trayecto de 13-15 minutos, más o menos - es sencillamente mágico, especial. Está totalmente recomendado. Aquí van un par de vídeos que - otra vez - no le hacen justicia al espectáculo que hay. Hong Kong es parada obligada si se viene por aquí, sin duda alguna. Es una ciudad especial.

















Después hemos ido al hotel Intercontinental porque en su lobby hay una vista muy especial de Hong Kong. Desde que empezamos a planear el viaje era uno de mis sueños, fácil de hacer realidad - el de que me regalen 1000 dólares de Hong Kong por la calle aún está por ver aunque espero candidatos. Me han atracado, 30 Euros por unos nachos de mierda y dos cócteles mal hechos de verdad, pero era el precio para sentarse allí y disfrutar y qué coño, no me arrepiento. Soy un turista ejemplar, me sacan 30 Euros por tres mamarrachadas y me voy de allí contento con la vista y con un grupo que estaba cantando superbien. Ole mis santos cojones, qué le voy a hacer. Hemos acabado la noche en Peking House. Igual que ayer, exquisito, a un nivel que hace se te salga la tapa de los sesos de lo bueno que está, pero menos cantidad. Sería un pato más pequeño o bien se han puesto cabrones con nosotros. Voten por la segunda opción.





Hablando de votar... Vamos a abrir un concurso. Fuck yeah! No desvelaremos de qué se trata porque es un buen regalo válido para todo el mundo y seguro que se presentan todo tipo de advenedizos, aprovechados y demás chusma que ni ha visto el blog ni tiene intención de verlo. Tenéis que hacernos una pregunta sobre el viaje - cualquier cosa que queráis saber, como si fuese una entrevista - en los comentarios del blog o en el Facebook de uno de los dos. Cuando volvamos a Barcelona cogeremos las mejores preguntas, haremos un vídeo con las respuestas de cada uno y anunciaremos el ganador. Solo es válido para gente en España, porque joder, el regalo pesa lo suyo y mandarlo fuera de España es un coñazo total, además de demasiado caro. Tenéis de plazo hasta el 3 de Julio, que es cuando nos vamos! Ahora sí que vais a comentar y a molestaros por ver cómo se hace, ¿eh cabrones? :)





Nos vamos a Hanoi mañana. Llegamos a las 15:30 y estaremos allí los tres próximos días. Nos parece excesivo, pero ya encontraremos qué hacer. Recuerden, Belén es casi una atracción de feria por allí, así que aprovecharemos su tirón mediático para echarnos una risas. ¡Nos vemos!